Un sencillo decálogo para educar contra las «fake news» y la manipulación informativa
Cuando vives en una época en la que estás rodeado de información, puntos de vista diferentes, fuentes difíciles de investigar y verificar, falsas noticias y propaganda, la curación de contenidos pasa rápidamente de ser una tendencia de moda entre los vendedores de contenido a convertirse en una demanda necesaria para cualquier ser humano que esté interesado en aprender activamente, en comprender y querer hacer actividades que den sentido a su realidad actual. Los curadores de contenido actúan como “guías de confianza”, expertos que nos ayudan a manejar la abrumadora cantidad de información disponible, a la vez que nos facilitan su comprensión y el acceso a los temas, eventos y personas que más nos interesan. Buscamos y apreciamos la ayuda de un guía experto y de confianza que nos pueda proporcionar unos “prismáticos intelectuales”, ojos virtuales que pueden ver en ese tema más allá de lo que podemos hacer nosotros. Buscamos a alguien que no sea solo un experto en la materia, sino que también tenga pasión por analizar, investigar, hacer preguntas y verificar las cosas antes de sacar conclusiones o compartir consejos.
(Robin Good, autor independiente, editor y orador).
De la transmisión a la «curación» de contenidos
Orientar la selección de fuentes fiables
Contamos con más fuentes de información que antes y, al mismo tiempo, los contenidos que proceden de ellas son menos variados y fiables. Hoy día la selección de fuentes constituye una labor pedagógica fundamental debido a los siguientes factores:
- La infoxicación de noticias que abruma al receptor y dificulta que se informe bien.
- El fenómeno de la manipulación a través de las noticias falsas y la posverdad.
- El dinamismo de fenómenos que requieren paciencia para analizarlos con perspectiva.
- La puesta en valor de los intermediarios educativos como «curadores» de contenidos.
Diez pautas para educar en el rigor de la información
Es necesario que las actividades y recursos educativos contribuyan a dotar al alumnado de criterios para que fuera capaz de cribar las fuentes por sí mismo.
- Utilizar terminología actual, respetuosa y precisa en torno a cualquier concepto.
- Cuidar la selección de fuentes de textos, imágenes, vídeos y enlaces, y citarlas.
- Percibir el trasfondo de cualquier texto, imagen, vídeo o multimedia, y evitar su uso si transmite mensajes inadecuados, aunque sea de manera no intencionada.
- Valorar los avances a partir de datos contrastados, argumentar bien sus pros y sus contras y evitar una visión acrítica solo por vincularlos con una idea de progreso.
- Ofrecer al alumnado elementos de análisis crítico.
- Fomentar una cultura de comprensión profunda de hechos y procesos.
- Cuidar el respeto a la propiedad intelectual en los proyectos educativos y la creación de contenidos, tanto por parte del profesorado como del alumnado.
Y tres pautas más que propone el profesor Nuno Crato para desarrollar el sentido crítico:
- Preguntarse por las fuentes de información de los sitios de Internet para valorar su credibilidad. ¿Quién la presenta? ¿Un influencer de moda o una buena universidad?
- Buscar puntos de vista contradictorios, buscando el contraste.
- Relativizar las informaciones, cuestionarlas e insistir en la importancia de analizarlas en su contexto y de comparar sus versiones.
En resumen, tratar de que el alumnado a cuestione y construya por sí mismo los conceptos de la forma más sólida.