Diez pautas para educar desde el rigor científico
Con niños muy pequeños, de 2 o 3 años, hay muchos hábitos que se pueden incorporar y trabajar en el aula y en casa que fomentan la costumbre de escuchar, pararse a pensar y ser riguroso con las respuestas que uno recibe. En esas edades, en la época de los “¿por qué?”, es importante darles importancia, atenderlos y preocuparse porque no decaigan; que es justo lo contrario de lo que muchas veces ocurre tanto en el hogar como en la escuela. Trabajar ese “por qué” y esa curiosidad natural es importante para fomentar ciertas actitudes. Hay muchas maneras de fomentar un espíritu crítico, que al fin y al cabo no es otra cosa que hacer conscientes a los niños de que son sujetos e interlocutores reales en el mundo. Que tienen el derecho y la obligación de reaccionar ante el mundo con su propio camino de reflexión, sin adoptar sin más el camino que nos viene dado. Leer prensa, analizar publicidad, cuestionar ciertas verdades dadas y buscar la base científica o de razonamiento detrás de las ideas se puede llevar a muchas de las asignaturas. Sobre todo, creo que debe ser algo transversal. Una actitud hacia el mundo, para desarrollar un criterio de qué información es fiable y cuál podría no serlo, de qué postura es respetable y cuál se cae por no tener donde apoyarse.
(Ellen Duthie, especialista en filosofía para niños)
Enseñar a transferir aprendizajes de manera rigurosa
Habituar al alumnado a acercarse al conocimiento con rigor científico y a crear y compartir contenidos desde el contraste de datos fiables supone tener en cuenta criterios como los siguientes:
- Formar y acompañar al profesorado para que eduque de manera eficiente.
- Invitar a los docentes a conocer y compartir prácticas basadas en evidencias.
- Cultivar en el alumnado el rigor en el acceso al conocimiento.
- Aplicar la evaluación y el feedback formativos y ajustar la forma de enseñar.
Un sencillo decálogo para educar desde el rigor científico
- Despertar en el alumnado la curiosidad por investigar.
- Animar a los alumnos a investigar desde pequeños y a participar en ferias de la ciencia locales o regionales.
- Acercar la ciencia al alumnado de manera tanto rigurosa como lúdica.
- Plantear actividades y proyectos que requieran aplicar el método científico.
- Acostumbrar al alumnado a practicar la indagación desde áreas no científicas.
- Transmitir los conocimientos como un proceso de investigación dinámico.
- Proponer investigaciones en clase en el marco de los ODS.
- Aportar al alumnado criterios para realizar investigaciones fiables en internet.
- Informarse sobre mitos relacionados con el aprendizaje y aplicar metodologías de enseñanza basadas en la investigación
- Acceder a publicaciones sobre evidencias en la educación y a recursos que permitan identificar dichas evidencias.