Nueve pistas para una equilibrada educación sexual
1. Somos sexuados
Somos una especie sexuada y vincular, con afectos sexuales (Deseo, Atracción y Enamoramiento) y empático-sociales (Apego, Amistad, Sistema de Cuidados, Altruismo) que se entrelazan. Somos seres para el contacto, la vinculación y la vida social. En el caso humano, a lo largo de la filogénesis, el instinto sexual ha dado un salto cualitativo y se ha convertido en una pulsión no regulada por la procreación (las hembras pueden desear, excitarse y disfrutar del placer en cualquier momento del ciclo, estando embarazadas y después de la menopausia), sino por motivos sexuales, afectivos y sociales.
2. Nuestra sexualidad está en el “reino de la libertad”
Y lo más importante, hombres y mujeres pueden tomar decisiones sobre su sexualidad, son dueños de su biografía sexual y amorosa. La sexualidad humana no está en el reino de la necesidad (preprogramada, como en otras especies) sino en el reino de la libertad, por lo que tenemos que aprender a tomar decisiones y a vivir las relaciones sexuales y amorosas. De estas decisiones y muestra capacidad de vivir los vínculos de forma adecuada y la evitación de errores personales o conductas que hagan daño a los demás, depende en gran medida nuestro bienestar personal, el de la pareja, los hijos y hasta la sociedad en general.
3. Somos seres para el contacto y la vinculación, seres sociales
Todas las culturas y sociedad han intentado regular esta libertad sexual en el código penal (delitos contra la libertad sexual) y otras leyes. Esta regulación es hoy, aunque no en todas las sociedades, muy favorable que nos permite construir una biografía sexual y amorosa con gran autonomía y diversidad de tipos de pareja y familia, orientación del deseo, etc. Tres condiciones básicas necesitan los ciudadanos para vivir bien la sexualidad y las relaciones amorosas: conocimientos frente a mitos y falsas creencias, libertad (económica y legislativa) y una ética de la actividad sexual y las relaciones amorosas sustentada en principios de valor universal. En los conocimientos y los valores la familia y las es cuela tiene un rol fundamental.
4. Necesidad de educación sexual
La educación sexual, después de siglos de oscurantismo, sigue siendo hoy, por otros motivos, especialmente necesaria, porque esta sociedad liberal de mercado utiliza la sexualidad para incitarnos al consumo de todo tipo de cosas asociadas a la sexualidad; y no duda en crear nuevas falsas creencias sobre la sexualidad y ofrecer todo tipo de productos sexuales en internet y los medios audiovisuales. Los adolescentes adquieren sus conocimientos y valores en secreto a través de los amigos, el consumo de internet sin control y la pornografía. Conocimientos abundantes y deformados, aprendidos en secreto y usados en secreto en las actividades sexuales furtivas. Todos hablan de sexualidad menos los que deberían legitimar la información, ayudarles a no cometer errores y aprender a vivr mejor esta dimensión humana: la familia, la escuela y los sanitarios.
5. La familia como agente prioritario
La familia es la única institución que puede ofrecer varios aspectos básicos de la educación sexual. (a) Una historia de apego seguro en la que adquieran la confianza en la incondicionalidad de los cuidados de su familia, (b) la autoestima que les hace sentirse dignos de ser amados y capaces de amar, (c) el código de la intimidad: aprender a tocar y ser tocados, mirar y ser mirados, empatizar, cuidar y ser cuidados y (d) modelos de igualdad, respeto, solidaridad , resolución de conflictos y relaciones amorosas.
La familia también debe ofrecer informaciones primigenias, respondiendo con sinceridad a preguntas y ayudándoles a interpretar la realidad de manera crítica. Tiene también el derecho y deber de transmitir valores y creencias familiares, siempre que no contradigan los derechos humanos y los valores universales.
6. La escuela, como institución más universal, con recursos y tiempo para enseñar a vivir bien y ser buen ciudadano
En el marco de la educación para la salud o la educación para la ciudadanía, de forma transversal ( y cuidando el currículum oculto) o creando un área de conocimiento en la que se ofrezcan conocimientos profesionales sobre la sexualidad y los afectos sexuales y empático-sociales, habilidades emocionales y sociales y valores universales (una ética del placer y el bienestar personal y social: ética del consentimiento, la igualdad, la salud, el placer y bienestar compartidos, la lealtad y la diversidad.
7. Los modelos de educación sexual
En la actualidad, hay acuerdo sobre la necesidad de educación sexual, pero no en el modelo de referencia más aconsejable en la escuela. Por nuestra parte creemos que es hora de buscar modelos más complejos e integrales que (a) el “modelo de riesgo”, centrado en intentar prevenir los riesgos asociados a la actividad sexual, (b) el “modelo de la abstinencia”, cuyo objetivo es transmitir una moral particular en la que la actividad sexual solo se legitima cuando se llega al matrimonio heterosexual, (c) el “modelo impositi”, que a partir de una visión positiva de la actividad sexual, confunde el hecho, bien fundado, de que la actividad sexual es placentera y saludable, con la idea, expresada de forma más o menos explícita, que dicha actividad sexual es una condición necesaria a la salud. Trabajan como si todos los adolescentes (jóvenes, personas con discapacidad, adultos y viejos) tuvieran o debieran tener actividad sexual. Este modelo acaba presionado a las personas, convirtiendo la actividad sexual en obligatoria. Es la reacción (fundada) frente al modelo de la abstinencia, pero acaba negando lo más específico de la sexualidad humana: la libertad y capacidad para tomar decisiones, así como el derecho a tener biografías sexuales y amorosas muy diversas.
8. Nuestro modelo de educación sexual
Nosotros proponemos, dentro del Modelo integral, propuesto por la Asociación Mundial de Sexología (más abierto y completo en objetivos y contenidos que los anteriores), el Modelo Biográfico centrado en el ofrecimiento de conocimientos profesionales sobre sexualidad, un discurso positivo sobre el placer y las relaciones amorosas, la creación de condiciones personales y sociales para la autonomía en las decisiones y la ética de las relaciones sexuales y amorosas, una ética socrática de la buena vida, basada en principios de valor universal. En él se definen, especialmente en el caso de los menores, personas con discapacidad y todas las que tienen limitaciones en el uso de su libertad, el rol de la persona, la familia o tutores y los profesionales de la educación y la salud.
9. El objetivo básico…
…es ayudar a cada persona a que se sienta dueño de su cuerpo, su sexualidad y su intimidad amorosa, y pueda construir su biografía con autonomía y responsabilidad personal y social.
Referencias
- Félix López (2005). Educación sexual. Madrid: Biblioteca Nueva.
- Félix López (2006). Educación sexual de los hijos. Madrid: Pirámide.
- Félix López (2017). Educación sexual y ética. La ética del placer y el bienestar. Madrid: Pirámide.
Félix López Sánchez es Catedrático de Psicología de la Sexualidad en la Universidad de Salamanca (España). Ha dictado cursos en numerosas universidades españolas y Latinoamericanas, es Doctor Honoris Causa por la Universidad de San Marcos de Perú, y tiene treinta años de investigación reconocidos. Tiene numerosos artículos publicados en revistas nacionales e internacionales sobre sus campos de investigación entre los que destaca la educación sexual.