Cómo fomentar el uso de las funciones ejecutivas en el aula
Las estrategias sobre funciones ejecutivas ayudan a los estudiantes a ir más allá del contenido que se está enseñando, de modo que el aprendizaje se base también en procesos y no solo en resultados. Los estudiantes, necesitan aprender a establecer metas, planificar y priorizar; cómo organizar materiales e información; cómo recordar y recordar mentalmente información previamente aprendida; cómo «hacer malabares» con la información en sus mentes; cómo cambiar los enfoques en situaciones de aprendizaje y resolución de problemas; y cómo controlarse a sí mismos y comprobar su trabajo.
Todos estos procesos de funciones ejecutivas pueden enseñarse en todos los niveles de grado y aplicarse a todas las áreas de contenido. A continuación se presentan algunas de las más importantes y cómo podrían incorporarse en las diferentes asignaturas que se imparten en el aula:
1. Planificación y establecimiento de metas
La planificación, o la organización de información y detalles con anticipación, es un importante proceso de función ejecutiva que no se enseña sistemáticamente en las escuelas, aunque es un requisito previo para leer, escribir y completar proyectos en áreas de contenido como como ciencia y estudios sociales. Por lo general, a los estudiantes no se les enseña a establecer metas a corto y largo plazo que guíen su enfoque hacia la tarea, el estudio y la realización de exámenes. Muchos estudiantes con dificultades en la función ejecutiva pueden comenzar las tareas de manera impulsiva sin un plan de acción.
El uso de calendarios semanales y mensuales para realizar un seguimiento de los plazos de los proyectos y asignaciones a largo plazo, así como el autocontrol para completar las asignaciones, ayuda a imponer estructura y autocontrol. Estos procesos de función ejecutiva son fundamentales para promover el aprendizaje independiente como parte del proceso de tarea.
2. Organizar y priorizar
La organización, o la capacidad de sistematizar y clasificar la información, es un proceso de función ejecutiva que subyace a la mayoría de las tareas académicas y de la vida. La instrucción de estrategias debe enfocarse en enseñar a los estudiantes enfoques sistemáticos para organizar sus materiales, información e ideas y aplicar estas estrategias a su escritura, toma de notas, estudio y preparación de exámenes. Cada una de estas áreas se analiza a continuación:
- Organización de materiales
- Organización de ideas e información
- Estrategias organizativas para la escritura
- Estrategias organizativas para tomar notas
3. Cambiando de manera flexible
La flexibilidad cognitiva, o la capacidad de cambiar la mentalidad, es a menudo un gran desafío para los estudiantes, especialmente aquellos con dificultades de aprendizaje y de atención. El cambio requiere que los estudiantes interpreten la información de más de una manera, cambien su enfoque cuando sea necesario y elijan una nueva estrategia cuando la primera no funcione.
En el entorno del aula, la flexibilidad cognitiva es esencial para la lectura, la escritura, la resolución de problemas matemáticos y la realización de exámenes efectivos. De manera similar, cuando los estudiantes leen palabras o frases que tienen múltiples significados, tienen que cambiar sus mentalidades o perspectivas.
En el área de las matemáticas, el cambio es esencial para trabajar de manera eficiente y precisa. Los estudiantes a menudo se atascan tratando de resolver un problema de una manera cuando puede haber una forma más fácil o más eficiente de encontrar una solución. La flexibilidad cognitiva se puede mejorar cuando los estudiantes usan estrategias como hacerse las siguientes preguntas mientras completan la tarea de matemáticas o mientras toman exámenes de matemáticas:
- ¿Conozco más de una forma de resolver el problema?
- ¿Es esto similar a todo lo que he visto antes?
- ¿Este problema es el mismo o diferente del problema anterior?
4. Auto-monitoreo y auto-chequeo
La auto-comprobación, o la capacidad de reflexionar sobre el desempeño de uno e identificar errores, es un proceso basado en las funciones ejecutivas que a menudo es extremadamente desafiante para los estudiantes. Si bien a menudo se les dice a los estudiantes que verifiquen su trabajo, muchos estudiantes no saben cómo verificar o qué verificar.
Se debe alentar a los estudiantes a que hagan listas de verificación para todas las áreas de contenido y las coloquen en lugares visibles, como carpetas, carpetas, tableros de anuncios o incluso en el refrigerador.
5. Creación de una cultura de uso de estrategias en el aula
La enseñanza de estrategias es fundamental para los estudiantes no solo con problemas de aprendizaje y atención, sino para todos los estudiantes a fin de mejorar el uso de los procesos de la función ejecutiva. Los maestros pueden crear «aulas estratégicas» haciendo que la estrategia utilice un componente central de la cultura del aula. Las siguientes son formas en las que se puede fomentar una cultura estratégica en el aula.
- La instrucción y los ejemplos explícitos pueden hacer que las estrategias formen parte del lenguaje del aula.
- Los estudiantes pueden desarrollar sus propios cuadernos de estrategias personalizados donde recopilan las estrategias que mejor funcionan para ellos.
- Los estudiantes pueden participar en discusiones de “estrategia compartida”, donde enseñan a otros estudiantes las estrategias personalizadas que han creado.
- Las estrategias se pueden recopilar a lo largo del año y convertirlas en un “libro de estrategias” para el aula que pueden utilizar otros estudiantes.