Puntos débiles y fuertes del informe PISA en Iberoamérica (OCDE 2016)
En abril de 2016 se presentó un informe específico sobre las competencias en Iberoamérica a partir de los datos de los países participantes de esta región en el estudio PISA 2012. Merece la pena realizar un breve comentario valorativo y adjuntar el informe para su conocimiento, difusión y debate.
La lectura del informe supone un tiempo y un esfuerzo considerable, por lo que nada más lejos de mi intención intentar añadir unos comentarios extensos que desalienten al lector. Por ello, he optado por hacer un breve resumen en 10 puntos esquemáticos: los cuatro primeros son de carácter positivo, los tres siguientes se plantean como puntos para mejorar y los tres últimos destacan algunas ausencias.
1. Primer acierto
Es un análisis necesario e interesante, bastante completo, que ofrece relaciones sugestivas entre variables, que facilita comparaciones con otras regiones y que da continuidad al informe realizado sobre los datos de 2006 por el Grupo Iberoamericano de PISA (GIP).
2. Segundo acierto
Profundiza en la situación de cada país y ofrece un panorama conjunto de Iberoamérica. Una región ibera y latinoamericana, razón por la que existen importantes diferencias entre España y Portugal y el conjunto de los países latinoamericanos que han participado en PISA.
3. Tercer acierto
Destaca el esfuerzo realizado en la educación durante estos años para mejorar en el acceso a la educación, así como la influencia positiva de algunos programas orientados a las escuelas situadas en contextos desfavorecidos y los progresos en determinados ámbitos del funcionamiento de los sistemas educativos.
4. Cuarto acierto
El énfasis otorgado a la inversión en la educación preprimaria, a la equidad educativa, a la distribución de los recursos en las zonas más desfavorecidas, a la mejor distribución de los alumnos en las escuelas, al incremento de la retribución del profesorado y a su desarrollo profesional para enfrentarse con mayores garantías de éxito a los grandes retos existentes.
5. Primer punto para mejorar
A pesar de los progresos indudables reconocidos por el informe, las cinco primeras conclusiones del informe son críticas. No se destacan suficientemente las mejoras realizadas, la prioridad otorgada a la educación en la mayoría de los países así como la elevación del nivel de vida de los ciudadanos y la reducción de la pobreza. No se tiene en cuenta que los cambios en los sistemas educativos son lentos.
6. Segundo punto para mejorar
Se sitúa en primer plano, a pesar de algunas cautelas, la evaluación del profesorado a través del rendimiento de los alumnos. No parece adecuado plantear la evaluación de los profesores por los resultados de los alumnos, pues su rendimiento académico está influidos por el contexto socioeconómico de las escuelas, por la situación de las familias, por las condiciones previas de los propios alumnos y por los recursos disponibles.
7. Tercer punto para mejorar
La importancia otorgada a un currículo unitario. En países con tanta diversidad social, cultural y lingüística, el énfasis debería orientarse hacia las estrategias más adecuadas e innovadoras para progresar en los aprendizajes. De esta forma, los alumnos serán más capaces de aplicarlos con éxito en situaciones, circunstancias y contextos distintos a los de la propia escuela. Este planteamiento exige, sin duda, una nueva perspectiva en la formación del profesorado.
8. Primer olvido
No se tiene suficientemente en cuenta para el progreso educativo y para la reducción de la inequidad existente las reformas sociales y económicas de los países y la elevación del nivel cultural de las familias. En el informe iberoamericano sobre PISA 2006 se realizaba en su primer capítulo un análisis del contexto social de los países participantes. Son unos datos interpretativos de gran importancia para mostrar y valorar la continua relación entre la sociedad y la educación. Este tipo de datos aparecen en el inicio del informe general de PISA 2012, pero no se muestran de igual manera en el informe sobre los países iberoamericanos.
9. Segundo olvido
No se valora en los países latinoamericanos la urgencia de ampliar el tiempo escolar o, dicho de una manera más habitual en la región, de extender la jornada de tiempo integral o completa, lo que es una garantía necesaria para mejorar los aprendizajes de los alumnos. Ello supone un cambio notable en la distribución de los recursos, en la dedicación y formación de los docentes y en la organización escolar y puede suponer una palanca fundamental para la mejora de la educación.
10. Tercer olvido
La necesidad de cambiar los sistemas de evaluación de los alumnos en los países latinoamericanos, que siguen en gran medida pautas tradicionales. Por ello, pudiera suceder que el tipo de evaluación que subyace en las pruebas PISA tenga escasa relación con los sistemas de evaluación, y por tanto también de aprendizaje, habituales en los países latinoamericanos.
Ahora hemos de esperar a los resultados de PISA 2015 que serán publicados antes de fin de año y animar a la OCDE a que prepare un nuevo informe; se cierra un segundo ciclo completo de la aplicación del estudio en el que se dispondrá de resultados obtenidos mediante ejercicios en soporte electrónico para las tres competencias evaluadas.
PISA 2015 permitirá verificar los progresos realizados por los alumnos iberoamericanos en el dominio de las competencias y en el acierto de los respectivos sistemas educativos en proporcionar mayores niveles de rendimiento a un número de alumnos que ha crecido de modo notable. Ese crecimiento del alumnado ha sido compatible con la elevación de la tasa de finalización de la educación secundaria baja (16 años) al 87% de los jóvenes iberoamericanos en 2015.