Cristóbal Cobo: «El desafío está en cambiar la cultura de la educación en la cultura docente»
Álvaro Marchesi entrevista a Cristóbal Cobo –especialista en nuevas alfabetizaciones y competencias digitales, investigador asociado del Oxford Internet Institute– , acerca de su papel en el plan Ceibal y su visión sobre cómo influyen, en la actualidad, las nuevas tecnologías en la educación.
Cuéntanos primero ¿qué estás haciendo en el plan Ceibal? ¿Cómo ves el proyecto?
El plan Ceibal es un programa de estado que se creó hace diez años centrado en el tema de equipamiento de tecnología con un mandato de política pública de convertir un privilegio en un derecho básico de la ciudadanía. Especialmente en niños, entregándoles a ellos dispositivos y a las escuelas conectividad. Quizá la gran particularidad es que en este país se decidió hacer esto a escala nacional. Es un país pequeño, pero se entregó a todos los niños esto y por lo tanto rápidamente se convirtió en un laboratorio muy interesante para ver lo que podía o lo que no podía pasar, alcances y posibilidades, así como limitaciones.
Ahora, a un buen camino y a un buena andar, decidieron crear un centro de investigación independiente autónomo, que pudiera evaluar y analizar tanto lo que ocurría en el país como evaluaciones con perspectiva comparada de lo que estaba generando con las tecnologías y lo que aún quedaba por generarse. Así es como yo me vine para acá.
¿Y cuáles son los retos?
Yo creo que el principal reto, que me parece que es el más interesante, es que en un programa de equipamiento tecnológico los retos van mucho más allá de la tecnología. Puede parecer contradictorio pero la entrega de tecnología, la actualización de los dispositivos, dependiendo de la edad, de los tipos de dispositivos…, hoy día ya no constituye un desafío. Es un modus operandi y el desafío está en cambiar la cultura de la educación en la cultura docente, la manera de entender lo que es la escuela y la manera de re concebir, creo yo, los contextos donde se aprende.
Durante este tiempo ¿qué cambios has percibido en la estructura de la educación? ¿Crees que se han producido estos cambios a los que aspiras? O es más complicado de lo que inicialmente uno puede pensar
A diferencia de muchos otros programas de equipamiento tecnológico que me ha tocado ver en el mundo, en éste la meta era inclusión, no era lo que uno suele ver en este tipo de programas que es La escuela del siglo XXI, El docente digital… Era muy distinto, era un tema de inclusión. Por lo tanto, las prioridades son un poco distintas. Era que el quintil de menor ingreso y del mayor resolviera el tema del acceso.
Ahora, obviamente la segunda capa de la innovación tiene que ver con cambiar la cultura del aprendizaje. Si hubiese que considerar si esto ha calado en la estructura del ecosistema educativo, yo te diría que en alguna medida, pero no necesariamente se ha convertido en una condición sine qua non para la transformación. La vieja curva de Rogers se sigue aplicando. Hay un grupo de sujetos fascinados por este equipamiento tecnológico que lo han adoptado muy bien, hay un grupo que a veces lo utiliza y hay un grupo que se resiste. En eso, es interesante porque otros países que no tienen este tipo de equipamiento, dicen – «cuando tengamos la tecnología se va a generar el cambio y aquí, la tecnología no es un elemento transformador porque está en el ecosistema de muchos de estos niños mucho antes de que entraran a la escuela» – , obviamente los cambios de innovación cultural son los que son realmente complejos.
Vamos a abrir la perspectiva. Distanciémonos de la experiencia Uruguaya. Me gustaría hacerte algunas preguntas en relación con educación y tecnología. La primera es sobre tu valoración de la educación en la actualidad. Es decir, ¿tú crees que es una estructura muy conservadora?
A diferencia de lo que uno suele encontrar en la literatura, uno de los elementos más relevantes que nos toca vivir en esta época no es el tema de estar en red o la sociedad red. Si no que yo lo planteo de una manera quizá un poco más sencilla que es, fenómenos de desintermediación y reintermediación. Cambian algunos stakeholders y aparecen otros en el dibujo. Esto pasó con la banca, pasó con la política, pasó con el turismo… Y la educación obviamente no ha quedado ajena a esto. Ahora en estos fenómenos de re y desintermediación empiezan a aparecer otros actores, otras instituciones que se dedicaron a vender tecnología toda la vida ahora ofrecen servicios educativos y la educación queda en una situación de…– «Bueno ¿está en condiciones de ponerse al día bajo esta nueva regla de desintermediación?» Bueno, respuesta no la tengo que dar yo. Los procesos de cambio que la educación es capaz de absorber y de implementar son disímiles de los cambios tecnológicos y esa tensión me parece que la veremos de manera permanente y en esta sociedad es casi un cliché decir que la educación del siglo XX no puede responder a los estudiantes del siglo XXI. No está tan claro como lo resolvemos, pero el diagnóstico me parece que hay una suerte de consenso común.
¿Consideras que la incorporación de las nuevas tecnologías pueden favorecer y facilitar los aprendizajes de los alumnos?
Aquí pasa algo bien interesante. Desde la segunda mitad del S. XX, aparece esta idea de que con tecnología aprendemos mejor y más rápido. Desde Skinner hasta la fecha ahí hemos visto se ha apostado por la siguiente idea – “niños con tecnología, niños que aprenden mejor”. Y hemos visto al mismo tiempo, desde la perspectiva más académica, investigaciones que demuestran que más equipamiento tecnológico no se traduce en mejores desempeños. Y eso lo vemos a nivel nacional, y a nivel internacional… Entonces la pregunta sería aparentemente… ¿nos mintieron?, o ¿nos equivocamos?, o ¿fallamos? Que podría ser una manera de leerlo. O quizás decir, al menos como hipótesis – «¿puede ser , que lo que estamos midiendo como logros de aprendizaje no se traduce en transformaciones que puede estar generando la tecnología? «-. Esto quiere decir , que un sujeto que tiene el dominio en matemáticas por utilizar software a lo mejor no va a cambiar sus maneras de aplicar el conocimiento. Lo que quiero decir es que, ese binomio de más tecnología, mejor aprendizaje, uno, no lo hemos visto y dos, abre la hipótesis de que quizá hay que cambiar la manera en la que estamos hablando de conocimiento.
¿No crees que existe el riesgo de que la tecnología pudiera ampliar la brecha entre los aprendizajes de unos y otros? ¿O crees que puede servir como elemento de equidad entres los alumnos de diferentes contextos socioculturales?
El tema de la brecha digital es como el ancho de banda, nunca es suficiente, siempre se necesita más. Y la brecha digital si bien se planteó en un momento como el tema de los que tenían acceso o los que no tenían acceso, o por ahí de habló de los info-ricos y de los info-pobres. Al final lo que nos dimos cuenta es que la brecha digital tiene muchas capas. Tiene muchas etapas y si bien no hay un acceso es mínimo, es difícil poder entrar en los otros tipos de habilidades informacionales y de otros tipos de destreza, queda bastante claro que el acceso no es una condición sine qua non para tener sujetos diestros en el uso de información, hábiles a la hora de discriminar la información o capacidad de construir conocimiento con otros. Son habilidades que se organizan de acuerdo a Pirámide de Maslow donde se van sumando las complejidades y van mucho más allá del acceso.
¿Cómo ves el futuro de la educación en este mundo tecnológico globalizado? ¿Y cuál sería la perspectiva futura a la que tú apostarías? Es decir, ¿qué modelo de escuela de educación vislumbras en los próximos años y por donde te gustaría que fueran los cambios?
A diferencia de las dicotomías de si va a ser mejor o peor, creo que va a ser un poco de todo. Lo que estamos viviendo hoy día, es que hay un proceso de tercerización de muchas realidades. Los robots se han hecho mucho más listos con toda la explosión de inteligencia artificial y me parece que eso trae preguntas centrales en: – ¿para qué estamos formando?, ¿a quiénes estamos formando? y ¿en qué mundo se van a tener que desempeñar esas personas? – . Yo te decía que la desintermediación es uno de los fenómenos que mejor describe esta etapa, que no es más tecnología, es redefinición de los stakeholders, lo que implica el concepto de expertise, lo que implica el concepto de ser una entidad que enseña y un sujeto que aprende, están redefinidos. Me parece a mí que la principal transformación y la más acelerada no está tanto en educación, si no que está en aprendizaje. El aprendizaje es lo que hemos visto que se ha transformado a una velocidad muy interesante. Lo que se consigue por aprendizaje y los contextos de aprendizaje, las poses de aprendizaje se han diversificado y fragmentado, de una manera que han ido mucho más allá de lo definen las políticas públicas e incluso lo que se pudo predecir con equipamiento tecnológico. Entonces, – ¿hacia dónde me gustaría a mí ver la transformación de la educación en una ecología más permeable y más porosa a esta transformación?. Me gustaría observar una transformación en donde uno pueda volver a la escuela en distintos momentos de la vida y donde uno pueda combinar disciplinas de una manera mucho más natural. Una transformación en donde uno pueda combinar el aprender y el enseñar de una manera mucho más orgánica que es como lo hacemos nosotros en la vida cotidiana más allá del aula. Esos son los cambios que quisiera ver que no necesariamente cambian por el lado de la tecnología si no que con una visión quizá más ecológica del aprendizaje.